Valores y tecnología (con Mateo Salvatto)
En esta oportunidad tenemos como invitado un joven emprendedor argentino, alguien a quien ya considero una amistad “pandemial”. Es un apasionado de la robótica y además está muy en contacto con el lado humano. Es docente y fundador de Asteroid Technologies . Se trata de Mateo Salvatto, creador de una aplicación que se llama “Háblalo”, que asiste a personas con problemas auditivos en 53 países, en 5 continentes y de manera gratuita.
Hay una frase que dijiste en estos meses que dice: “ no hay que ser grande para hacer cosas grandes” Y lo has mencionado varias veces cuando desarrollaste la app. ¿Háblalo viene de ahí?
Nosotros pudimos hacer un robot autónomo, pero un sordo no podía hacer un trámite, hay un desbalance total y algo había que hacer. Produzco Háblalo como un proyecto personal para ver si la tecnología podría ayudar a los alumnos y conocidos de mi vieja, profesora de sordos e intérprete de lenguaje de señas. Hoy ayuda a 125.000 con diferentes discapacidades. Es una de las aplicaciones inclusivas más usadas en el mundo.
Te saco a un terreno distinto, ¿Cómo se construye un líder y que atributos consideras que debe tener un líder?
Desde mi perspectiva yo no creo en la verticalidad del liderazgo, siempre es horizontal. Uno es la construcción del esfuerzo y la colaboración de un montón de personas. Un emprendimiento que solo se busca desde el CEO o el fundador no va a funcionar nunca. El crecimiento tiene que ser de todos. Sin la gente que te apoya no llegas a ninguna parte. Entonces te tomas el liderazgo de otra forma. Mi rol no es decir lo que hay que hacer sino escuchar todas las sugerencias de lo que hay que hacer y tomar la mejor decisión para los intereses del proyecto.
¿Qué opinas del empresariado argentino, crees que está cambiando? ¿Se estancó?
El emprendedurismo y el sector privado son el alma y motor del país, son el lugar donde se puede tirar un salvavidas para salir de donde estamos. Yo creo que los negocios están dando una vuelta desde abajo hacia arriba, donde se les exige más responsabilidad social y una mirada horizontal. Del lado privado tenemos que mostrar que no somos egoístas.
¿Vos crees que el camino del emprendedor es convertirse en empresario?
Siento que entre un empresario y un emprendedor hay un mindset, se puede diferenciar si queremos desde los números, pero nunca se deja de ser emprendedor, de tener esa perspectiva. Ser empresario puede ser un objetivo a alcanzar pero no existe una meta final. No hay bandera a cuadros. Cuando vos emprendes, la meta es la vida misma, es una filosofía de vida y agregar valor.
¿Cuáles son tus miedos?
Yo me levanto todos los días cagado en las patas. Asustado, y cualquier cosa que amenace el crecimiento del proyecto me pega emocionalmente. Intento manejar los miedos con los pies en la tierra, con humildad, tratando de que no nos usen y no fundirme. Pero lo importante es que mientras nosotros estamos hablando hay una persona en otro lado del mundo que pudo hacer algo que no podía por una línea de código que escribí, y eso me llena de agradecimiento. La recompensa está ahí, en saber que hice algo más grande que yo.