El espíritu fundador

/ mayo 18, 2020/ Podcast

¿Por qué algunas empresas crecen y se sostienen en el tiempo mientras que otras se quedan en modo startup y terminan desapareciendo? En este episodio tomamos algunas notas del libro «La mentalidad del fundador» (2016, Allen & Zook) y desarrollamos el tema. Escribinos a podcast@emprendeconproposito.com.ar y contanos qué temas de la vida del emprendedor te gustaría escuchar!

“Espíritu Fundador”

Resulta que un exitoso amigo empresario, Valentín, me regaló un libro hace unos meses, “La mentalidad del fundador”.  Justo da la casualidad que llega  a mi vida cuando estamos conmemorando el 15º aniversario del proyecto RE/MAX Argentina y Uruguay. No sé en qué momento estarás vos de tu proyecto o tu negocio, pero nosotros buscamos que el emprendimiento sea mucho más que uno mismo. 

El libro es de los autores Chris Zook y James Allen. Ellos estudiaron en más de 40 países a distintas compañías durante una década y  argumentan que los negocios liderados por sus fundadores son más eficientes que los que no lo son. 

Se puede notar con facilidad cuando el dueño está involucrado en un negocio. Como cuando vas a cenar a un restaurante y observas como el anfitrión cuida a cada una de las personas que entra al lugar y se preocupa por cada uno de los detalles. 

¡Los negocios donde los valores de sus fundadores están presentes crecen tres veces más que los que no la tienen!

Muchos negocios culpan y responsabilizan  a los cambios externos de los problemas que viven internamente. Pero la realidad es que muchos de los conflictos son generados dentro del negocio. 

Me llamó la atención que los autores escriban estudios sobre empresas, que vaya a saber donde las analizan, pero que no son tan distintos a las conversaciones, a los argumentos, a las excusas que yo suelo escuchar alrededor. 

No importa si tu negocio se fundó décadas atrás. Lo que importa es que todas las compañías, empresas o proyectos, en cualquier etapa de tu vida, pueden beneficiarse con las actitudes y conductas que dan forma a la mentalidad de fundador. Las compañías jóvenes necesitan construir esta mentalidad y las más antiguas necesitan redescubrirla o incluso redefinirla.

Te comparto algunos ingredientes de la mentalidad del fundador:

  • El propósito.
  • Es muy fácil que los grandes negocios pierdan el sentido del propósito, pareciera que todo termina de alguna manera en esta poderosa palabra. Por eso la empresa tiene que tener una misión poderosa que asegure el camino y ponga foco.
  • Énfasis en la fuerza de atención. 
  • La voz del cliente es clave. Por eso nosotros tenemos canales para recuperar feedback.  La idea es que el cliente exprese lo que vivió de manera fácil y mirar el negocio desde su óptica, desde el lugar donde él está parado.
  • El equipo tiene que tener la actitud de dueño. 
  • Los valores, el espíritu fundador debe atravesar a lo largo y a lo ancho toda la empresa. Ver que nos está deteniendo, eliminar lo que no nos deja avanzar, lo que nos hace más lentos. 

¡Sólo 1 de cada 10 empresas crece de manera sostenida!. 

Si vos no sabes donde estas parado, hay algunas señales que los autores nos brindan para revisar tu mentalidad de fundador. 

  • La dificultad para atraer nuevos clientes. 
  • La caída en la fidelización o retención de clientes antiguos. 
  • La pérdida de claridad en la identificación del propósito y los aspectos que te diferencian a vos del mercado.
  • Nuevos competidores obteniendo participación en el mercado y viendo como esta nuestra tasa, si está cayendo. 

Las tareas para definir una misión clara desde una perspectiva a largo plazo debe ser promovida inclusive cuando el fundador ya no está presente en la organización. 

Y por último, independientemente del país donde estés, estoy convencido que el mercado va a recompensar, el cliente va a recompensar a quienes  tengan un propósito claro y hagan un seguimiento continuo de la misión del negocio. 

De emprendedor a emprendedor me animo a invitarte a dejar de culpar a los factores externos y empezar a reconocer que el futuro está en tus propias manos.